DÍA 1 – Confrontando las hegemonías

La voz plural del feminismo y de las disidencias sexuales r han diagnosticado y criticado el poder hegemónico, arrojando luz sobre las formas invisibles y entrelazadas que los poderosos mantienen el control, en particular el control sobre sus cuerpos, el género, reproducción, sexualidad como fundamental para los sistemas de poder predominantes. Para que se produzca el cambio de sistema, las fuerzas progresistas que defienden la justicia social, de género y ambiental, los derechos humanos, la democracia, la igualdad y la solidaridad deben enfrentar y derrocar directamente las hegemonías existentes que están conduciendo al mundo hacia nuevas crisis y desastres.  Desde una perspectiva feminista del Sur la “matriz de poder” existente es una colusión de fuerzas -heteropatriarcado, neo-imperialismo, supremacía blanca y capitalismo transnacional- que ha creado jerarquías globales de privilegio, acceso, oportunidad y acumulación a lo largo de género, líneas raciales, geográficas, étnicas y de casta. Los sistemas que antes podían actuar como contrapoderes: el Estado, las normas internacionales de derechos humanos, los bloques regionales y Sur-Sur se han debilitado y cooptado masivamente

DÍA 2 – Construyendo una nueva base de conocimiento para el activismo feminista del Sur

Algunes teóricos Los teóricos decolonialistasy postcolonialistas afirman que las jerarquías actuales del poder (matriz colonial del poder o colonialidad global) consisten en cuatro dominios interrelacionados: el control de la economía, el control de la autoridad, control de género y sexualidad y control de subjetividad y conocimiento. El neoliberalismo ha neutralizado los esfuerzos hacia la producción de conocimiento endógeno y la intermediación en el Sur, relegando lo mismo a las periferias de una economía política del conocimiento colonial. El conocimiento y la teoría feminista deben ser fundamentales para nuestras teorías del cambio. Como en todos los movimientos políticos y sociales la teoría, las historias, la investigación, el análisis, los diagnósticos, la información y los datos son necesarios para nutrir nuestra acción y la construcción del movimiento plural y diverso.

En el sector del desarrollo, persiste el sesgo geográfico (Norte/Sur), de género y de clase y racial en la producción y difusión y absorción de conocimientos.  El conocimiento feminista, particularmente del Sur Global, está continuamente marginado en la academia, en la formulación de políticas e incluso en el discurso y en los espacios de género y desarrollo. Además, la argumentación a favor de los derechos de las mujeres womxn impulsada por algunos donantes ha reflejado con demasiada frecuencia los intereses de las feministas liberales occidentales, del bloque salvador blanco y colonialista de la industria de la ayuda y las divisiones lingüísticas imperialistas en todas las geografías del Sur Global

DÍA 3 – Reclamando el internacionalismo del Sur

El panorama del desarrollo o de la cooperación internacional está cambiando rápidamente, particularmente a medida que los actores corporativos buscan replicar estos espacios, pero sin los compromisos vinculantes necesarios, o se han afianzado como financiadores y actores en varias organizaciones de la ONU. En el proceso de una conversación rápidamente emergente sobre la gobernanza mundial internacional, está muy claro que hay intentos decididos de desmantelar, debilitar y desacreditar los derechos humanos internacionales existentes y la cooperación multilateral, en particular los del ámbito de las Naciones Unidas. Muchos ataques críticos a la ONU por parte del derecho religioso de la ‘anti-género’ están dirigidos específicamente a los derechos de las mujeres, los derechos LGBTQ+ y los sistemas de derechos humanos. Los movimientos feministas del Sur deben liderar con críticas, análisis y propuestas para preservar la integridad del multilateralismo, la cooperación internacional, las normas internacionales de derechos humanos y la gobernanza mundial

DÍA 4  – Reimaginando el desarrollo

Sin duda, la agenda de desarrollo ha sido secuestrada dando lugar a un coro de activistas y movimientos, con razón, por un rechazo al desarrollo que llama a la justicia social y económica. Para muchas comunidades, el desarrollo ha llegado a significar la búsqueda de un crecimiento económico imparable e imparable a costa de sus medios de vida y recursos. Por difícil que sea, el proyecto de reivindicación del derecho al desarrollo, que incluye el derecho a la autodeterminación, debe emprenderse: el desarrollo, el enfoque basado en los derechos y la justicia social no están en oposición, de hecho están interrelacionados pero no son lo mismo

Las visiones y los modelos alternativos de desarrollo  y las alternativas a los modelos actuales deben centrarse en  en las visiones de las mujeres en su diversidad y pluralidad, en las disidencias sexuales, en trabajadorxs rurales y urbanxs, en pueblos indígenas y afroideaendientes. Deben promoverse alternativas feministas del sur que valoren (aunque no necesariamente moneticen) la economía reproductiva – incluidas las economía social, solidaria, la economías de cuidado y medio ambiente – hacia una reorganización fundamental

DÍA 5 – Estrategias para el cambio y la resistencia

El principal desafío para el colectivo South Feminist Futures, activistas y movimientos es enfrentar las hegemonías a medida que se vuelven más represivas y brutales. La elección, sin embargo, es clara: los próximos 5-10 años serán decisivos en la dirección del mundo, quienes serán los vencedores y quienes serán las víctimas. No podemos seguir como siempre. Las oleadas de protestas en el Sur y el Norte Global contra los fracasos del neoliberalismo antes de COVID19 ya se estaban encontrando con una brutalidad intensificada a manos de las fuerzas paramilitares fascistas, gobiernos autoritarios y supuestamente centristas. La pandemia COVID ha deslegitimado aún más a la élite neoliberal y corporativa, lo que resulta en una creciente ira popular contra un sistema de poder global que ha sido ineficaz en la gestión de la pandemia, indiferente a la difícil situación de la gente y sorprendentemente rapaz en la captura de recursos públicos dedicados. 

A pesar del evidente fracaso del modelo neoliberal y del caos que previsiblemente ha generado, es ingenuo creer que las instituciones encargadas de mantener el sistema actual en su lugar admitirán sus fracasos y estarán de acuerdo con las muchas alternativas que se les han presentado desde la crisis financiera de 2008 e incluso antes. Ya no se trata simplemente de desarrollar alternativas, la cuestión generacional a la que nos enfrentamos es cómo empujar esas alternativas a liderar una nueva agenda global. Esto, por supuesto, se hace aún más difícil por el fracaso de la política electoral para impulsar alternativas, nuevos monopolios y corrientes de acumulación de riqueza a través de las tecnologías digitales y el colapso del orden occidental posterior a la Guerra Fría. Al mismo tiempo, esta es una oportunidad y una esperanza que los movimientos feministas del Sur deben aprovechar para tomar el liderazgo en la conformación del nuevo orden mundial.

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